La hipoteca es un tipo de crédito que se extiende durante muchos años. Por ese motivo es la forma de préstamo sujeta a más regulaciones, lo que permite proteger a los prestatarios. A medida que ha ido creciendo el interés por estos productos, los legisladores han redactado leyes que protegen al consumidor. Sin embargo, antes de solicitar este tipo de créditos hay que tener un par de conceptos claros que faciliten tomar la decisión final.
Para empezar, ¿qué es una hipoteca?
Como ya hemos mencionado al principio, es un crédito a largo plazo que está destinado para la compra de un bien inmueble. El aval para el banco se trata del registro de la propiedad de dicho inmueble. Algunos de los factores importantes para el banco que emite el crédito hipotecario son la entrada y la capacidad crediticia de la persona interesada. Cabe recordar que las hipotecas no son créditos rápidos online y que hay que esperar un buen «rato» por la decisión del banco.
Intereses de las hipotecas
Los intereses de las hipotecas constan de dos elementos. El primero es el índice variable EURIBOR, sobre el que no tienes ninguna influencia, sino que está determinado por el Banco de España. Los dos tipos de interés más altos y los dos más bajos se descartan, y el EURIBOR se fija con base en los demás. El segundo elemento es el margen fijo del banco, en el que sí puedes influir hasta cierto punto, ya que prácticamente en todos los bancos se puede negociar.
¿Cuánto debo poner de entrada?
El banco no financia tus planes por completo. Desde hace un tiempo, es necesario hacer una aportación inicial del 20 % del importe total necesario para completar la inversión. Pueden ser tus ahorros, efectivo, los fondos que tengas en otras cuentas bancarias, el anticipo que hayas pagado al promotor inmobiliario o la prima de garantía de la libreta vivienda. También puede ser el valor de la finca sobre la que se construya el inmueble o los costes de construcción documentados.
¿Qué comisiones y cuotas hay que pagar?
La primera comisión que hay que abonar es la comisión por concesión del crédito. En función del banco, oscila entre el 0 y el 4 % del importe del préstamo. Otras cuotas a las que tendrás que hacer frente son las de la tasación del inmueble –que será el aval del crédito–, el control del inmueble financiado si el préstamo se ha destinado a la construcción, y el anexo al contrato si vas a querer cambiarlo en algún momento.
¿Cómo se puede pagar el crédito inmobiliario?
Hay dos formas de pagar la hipoteca. La primera es mediante cuotas fijas. Al principio, se devuelven principalmente los intereses del crédito. Después, esta cuota disminuye, pero aumenta la cuota de la parte principal. La segunda manera es mediante cuotas decrecientes. En este caso, cada mes se abona la cuota principal en distintos importes y la cuota de intereses, que disminuye junto con la cuota principal.
¿Hipoteca a 20, 30 o más años?
Antes de solicitar una hipoteca, recomendamos que medites bien en cuántos años quieres devolverla. Recuerda que cuanto más largo sea el periodo, mayores serán los intereses. Todos los bancos te presentarán el plan de devolución del crédito, por lo que podrás cotejar opciones para elegir la que mejor se adapte a tus posibilidades financieras.
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