Se dice que si compras un coche de 10 años por menos de 5 000 €, no te puedes esperar milagros. Lo más seguro es que tenga algún defecto debido a su edad y los kilómetros recorridos. No obstante, eso no significa que cualquier coche sirva. Ojo con los que no te cuentan el historial completo del coche o han reiniciado el kilometraje. Hay coches en apariencia bien cuidados que no pasarían la ITV ni con cinco reparaciones. Entonces, ¿en qué debes fijarte al comprar un coche usado?
Inspección del exterior
Antes de sentarte al volante del coche potencial, recomendamos alquilar un foso de taller para echar un vistazo a la parte baja del coche, donde podrás comprobar todos los elementos neurálgicos de la suspensión.
Sin embargo, antes de eso merece la pena examinar atentamente la carrocería del coche, a ser posible con un medidor de espesores de pintura que te ayuda a determinar con precisión qué partes del coche se han repintado. Si se ha repintado solo un parachoques, no hay problema alguno, ya que es la parte del coche que más se raya. Sin embargo, si se ha repintado todo el lateral, lo más seguro es que haya tenido un accidente en el pasado.
El siguiente paso consiste en comprobar la oxidación de la chapa del coche. Hay que prestar especial atención a los arcos de las ruedas, las juntas, el bastidor, los bajos y el tubo de escape.
A continuación, comprueba el motor, especialmente que no haya escapes de aceite. En este sentido, también recomendamos examinar con atención la caja de cambios, la dirección y el sistema de refrigeración. Si tienes un foso a tu disposición, también merece la pena verificar bien toda la suspensión y los frenos. Antes de adquirir el vehículo, recomendamos invertir en una revisión en un taller de diagnóstico, aunque requiera pedir minicréditos online.
Inspección del interior
Mucha gente le quita importancia a la inspección del interior del coche, ya que consideran que de todas formas se va a limpiar como dios manda y las posibles deficiencias quedarán ocultas.
Se trata de un gran error, ya que el desgaste de elementos como la palanca de cambios, el volante o los sillones ayudan a determinar si el kilometraje que el vendedor ha declarado es verdadero o no. Por ejemplo, lo normal es que un coche que haya recorrido unos 100 000 km no presente ninguno de estos desgastes.
Control del vehículo conduciendo
Aunque el coche parezca estar impecable desde el punto de vista visual y mecánico, no deberías decidir comprarlo directamente.
Antes de firmar el contrato de compraventa y hacer la transferencia, tienes que dar unas vueltas con el coche. Solo conducirlo te dará una idea más completa de en qué estado se encuentra. ¿Cómo recomendamos hacer esta conducción de prueba? Lo primero es cerrar todas las ventanillas y apagar la radio, si es que estuviera encendida. Es fundamental oír todos los sonidos que emita el coche mientras funcione. Si hubiera problemas, seguro que oirás traqueteos, chasquidos u otros sonidos preocupantes que simplemente no deberían presentarse.
Al hacer esta prueba, también recomendamos sacarlo a la autopista para superar el límite urbano de 50 km/h. Así, podrás verificar cómo se comportan los neumáticos y la suspensión.
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