En los tiempos que corren, en la era del consumismo, en la que queremos tenerlo todo y para ya, a veces pedimos créditos y compramos a plazos. No queremos esperar hasta conseguir ahorrar lo suficiente, simplemente vamos a la tienda y pedimos que dividan nuestra compra en cómodas mensualidades al 0 %. Los bancos conceden créditos sin comisiones. Compramos cada vez más. A veces, podemos liarnos y perder la cuenta. Que si esta mensualidad se paga el 6, esta el 10, esta el 20 de cada mes, etc. A veces, por jugadas del destino, puedes perder toda tu liquidez. Dejas de recibir ingresos fijos o empiezas a ganar menos. Pero, ¿y los créditos que habías pedido cuando tu solvencia era verdaderamente alta?
¿Qué es un crédito de consolidación?
El crédito de consolidación es una propuesta financiera que los bancos hacen a sus clientes. Para algunos puede ser una opción cómoda que permita controlar mejor sus finanzas, para otros, el último recurso para salvarse de la bancarrota. La consolidación consiste en que el banco concede créditos rápidos para cubrir las deudas actuales en otros bancos. De esta forma, el banco regula tus deudas y tú te quedas con un solo crédito (por lo general con mensualidades más bajas) que consolida varios créditos o débitos, o incluso todos los que poseas.
Trámites necesarios para conseguir un crédito de consolidación
Son los mismos que con cualquier otro crédito. Es decir, el banco te pedirá un certificado con tus ingresos, con información sobre el tipo y la duración de tu contrato, o la duración de tu trabajo como autónomo y los ingresos que percibes por él. Además, tendrás que presentar todas las deudas que tengas en ese momento, lo cual incluye todos tus débitos y los límites de
las tarjetas de crédito, si es que las usas. Finalmente, el banco comprobará tu historial crediticio en la CIRBE, lo cual es de vital importancia a la hora de conceder un crédito.
¿Cómo elegir un crédito de consolidación?
Si ya has tomado la decisión de que el crédito de consolidación es la mejor opción –o la única salida– y no te asusta el hecho de que el importe de tus obligaciones crezca, aunque las mensualidades sean más bajas (principalmente debido a la prolongación del plazo de devolución), recuerda algo importante: pide a varios bancos a la vez que te presenten sus ofertas.
Puede que tu banco, al ser cliente habitual, te proponga las mejores condiciones. Pero en ocasiones, puede que haya algún banco con una promoción especial de créditos de consolidación en ese mismo instante y su oferta sea insuperable.
Antes de firmar el contrato, léetelo detenidamente y comprueba el nuevo importe total a devolver, el importe de la cuota de consolidación, la duración del crédito, la comisión de apertura del crédito, la tasa anual equivalente y, por si acaso, qué consecuencias hay en caso de retrasarse con los pagos y si el banco te pedirá que avales el crédito.
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